Hace un tiempo, reunido con unos colaboradores en un proyecto común, surgió el debate sobre el estancamiento profesional en el que viven muchos profesionales. ¿Quién no tiene varios amigos y conocidos que no están contentos con su vida profesional? Sin embargo, ahí siguen con ese yugo ficticio en sus empresas.
Cuando en vuestro ámbito laboral tiene más peso lo negativo que lo positivo, deben saltaros todas las alarmas. Algo no va bien. Debéis meditar las opciones y tomar una decisión. Quedarse en la empresa pensando que “más vale malo conocido que bueno por conocer” no os va a sacar de esa situación en la que estáis atrapados.
Lo que no es saludable es lo que hacen muchas personas, que se pasan todo el día quejándose de lo mal que están en su empresa, de que no están contentos con lo que hacen, que no encuentran sentido a su vida profesional, que quieren cambiar y demás. Eso sí, en el momento en que se les anima a buscarse otro puesto fuera de la organización, suelen tener excusas del tipo, “tú no sabes lo mal que están las cosas”, “un profesional como yo ya no tiene hueco”, “ya no quieren a los de mi edad”, “sé que aunque lo intente, no lo conseguiré”, “tú lo dices muy fácil”… y podría seguir con mil excusas. Esto significa que realmente te da una pereza tremenda cambiar y salir de tu zona de confort.
Asumo que muchas veces, uno ha podido intentar cambiar determinadas cosas en su trabajo o su organización para sentirse realizado, sin embargo, algunas cosas no dependen de uno mismo. Eso sí, mientras continúes trabajando en esa organización, tendrás que intentar buscar unos amarres que te hagan estar con la actitud adecuada, para no quemarte internamente. Tendrás que intentar buscar motivaciones adicionales y tareas o proyectos que te ayuden a nivel profesional, aunque tengas claro que esa no es la empresa de vuestra vida. Deberás seguir estando activo, dando pasos hace adelante.
También os digo que quejaros todo el día y despotricar de lo mal que estáis, realmente no soluciona nada y solo sirve para alteraros y sacaros de vuestras casillas. Si realmente tu trabajo actual no te llena, debes actuar y comenzar a buscar lo que realmente te motiva. Aunque seáis muy buenos, tened en cuenta que nadie irá a buscaros a vuestra casa. Debéis poneros manos a la obra. En esta vida, el que no arriesga no gana. El salir de vuestra zona de confort requiere dejar de ser conformistas e intentar otras opciones. Está claro que nadie os garantiza el éxito pero tampoco perdéis nada.
Pero antes de empezar esa búsqueda, tendrás que responder a una sencilla pregunta, pero con una respuesta que exigirá sinceridad contigo mismo: ¿Estás verdaderamente dispuesto a cambiar de puesto?
Este no es un mensaje de “abandona y ve en búsqueda de algo que te llene”, ya que todos necesitamos vivir y pagar nuestras facturas. No obstante, si quiero lanzar el mensaje de que hay que activar esa búsqueda de nuevas oportunidades. Algunas personas toman esta decisión y les sale bien la jugada, aunque depende de las circunstancias de cada uno. Lo que os recomiendo es que tracéis un plan b y c, mientras continuáis en vuestro trabajo actual. Enumera las acciones que tendréis que realizar para trazar esos planes laborales alternativos y qué inversión de tiempo os requerirá.
Otro tema muy relacionado con las personas que se encuentran estancadas profesionalmente, es que también están estancados en su posición actual, soliendo evitar reciclarse para tener sus niveles de empleabilidad en niveles óptimos. Es decir, personas que se dejan llevar por la desidia y no se forman, ni actualizan, ni están al tanto de nuevas tendencias en su sector, de nuevas profesiones vinculadas a su ámbito y mucho menos se preocupan por dar a conocer lo que saben hacer. Estas personas se escudan en su marca corporativa y se olvidan de su marca personal. El tema es que a veces la vida nos da sorpresas negativas no esperadas. Por ejemplo, a muchas de estas personas con hastío profesional, que están acomodados en trabajos que detestan, les despiden si esperarlo. Las empresas no son tontas y ese trabajador puede incumplir algo que permita a la empresa deshacerse de él con una mínima indemnización. En ese momento, es cuando estas personas tienen que ponerse las pilas de forma acelerada, por no haberse preocupado de su desarrollo profesional, si quieren ser atractivos para las nuevas empresas a las que opten. Está claro que nada es imposible, sin embargo, es preferible, irse anticipando a este tipo de acontecimiento, que nos pueden ocurrir a todos.
Soy de la opinión que si estáis todo el día quejándoos y no hacéis nada para revertir esa situación, realmente no estaréis tan mal o no querréis tanto cambiar. Porque os aseguro que cuando uno tiene una situación profesional que le ahoga, hace cosas para intentar salir de ahí, aunque nadie dice que sea fácil. La zona de confort nos la da el sentirnos seguros en una empresa por llevar muchos años y pensar que la empresa nunca prescindirá de ti. Nunca des nada por seguro y ten siempre otras opciones y planes que te permitan alternativas. Las ataduras a una empresa nos las creamos muchas veces nosotros. A veces dramatizamos las situaciones y nos ponemos en lo peor. No olvidemos que entre el blanco y el negro tenemos mucha gama de grises. No podéis decir que no tenéis otras opciones profesionales si no habéis intentado todas las alternativas posibles y sin haber llamado a todas las puertas.
Lo que no os recomiendo es que hagáis los cambios “a la desesperada” o a lo primero que os salga. Debéis tener seguridad en vosotros mismos y saber cuál es vuestro valor añadido para que sepáis vender de lo que sois capaces. Siempre tenemos alternativas y capacidad de mejorar. Está claro que el que no intenta nada no sufrirá reveses a priori. Yo siempre digo que nunca me arrepentiré de lo que he intentado y sí de lo que no tuve el valor de intentar. Para conseguir que salgan otras oportunidades y proyectos, se requerirá charlar con muchas personas, proponer diversos proyectos, arriesgarse con cabeza y permitirte el lujo de ver dónde te llevan.
Me da mucha pena cuando veo a gente muy competente que se resigna a continuar atrapada en un trabajo que no le llena ni le satisface. Al menos debéis intentar salir de ahí y ver a dónde os puede llevar el hacer otras cosas. Si no estás dispuesto a salir de tu zona de confort, tendrás que dejar de quejarte y asumir que tú decides seguir ahí. Intenta al menos que esa situación te cause la menos frustración posible. Que nadie os haga creer que no tenéis otras opciones. En esta vida siempre existen alternativas, el tema es que nadie dijo que los cambios sean fáciles y rápidos.
¿Qué otras alternativas tenéis?