Sumak Kawsay es una palabra Quechua referida a la visión ancestral de la vida. En Ecuador se ha traducido como “Buen vivir” o la vida en plenitud, cuya experiencia pasa por construir desde lo colectivo, en comunidad, desde la sabiduría ancestral de la cultura indígena como una fuente de inspiración en la práctica de la paz. En algunos países de latinoamérica el “Sumak kawsay” es también una propuesta política.

En el caso de Colombia, en los 90, llegaron los cultivos masivos de amapolas para la extracción del latex para la heroina. Especialmente en el norte de Nariño, donde tuvo lugar el pasado LABIC x la Paz . En este contexto la reacción de la comunidad indígena Inga de esta región, se convirtió en un enclave del conflicto armado, ya que lograron expulsar a los narcos de su territorio y declarar sagradas 17 mil hectáreas de naturaleza viva. Sus armas eran sus saberes sobre el buen vivir, sus prácticas ancestrales y el reforzamiento comunitario y cultural.

Darwin Arley Muñoz Narváez, perteneciente a la comunidad indígena Inga de Aponte de Colombia, que consciente de la necesidad de fomento de paz planteó para el pasado LABIC un proyecto llamado “Sumak Kawsay: Indígenas constructores de paz para el Buen Vivir”. Él sabía que su comunidad igual que muchas otras, desarrollaron estrategias desde la educación popular que implican la necesidad de buscar alternativas conjuntas y acciones de resistencia, que no pueden darse desde el yo, sino desde las interacciones con las otras y con la naturaleza, todo uno. Una de las estrategias que desarrollaron en esa búsqueda de libertad fue la comunicación mediante una radio comunitaria, ya que los narcos desconocían la lengua indígena. Esto les permitió comunicarse para una mejor organización y acción colectiva y esta es una de las prácticas registradas por el equipo.

Para Darwin, la esencia de la paz está en la construcción colectiva y quiso compartir esto con el mundo sistematizando esos saberes para transmitirlos a otras comunidades de Colombia o del mundo. Por eso desde la organización no dudaron en seleccionarlo, porque no hay que olvidar que la innovación debe partir del respeto y de aplicar las nuevas herramientas aquellos saberes tradicionales que ya funcionan. Lo novedoso es trasladar los saberes indígenas a nuestras problemáticas actuales y utilizar los medios de comunicación actuales para difundir sus aprendizajes de resiliencia.

El proyecto deja como resultado una guía elaborada con la comunidad para el fortalecimiento de la emisora, talleres de construcción de noticias y piezas radiales para rescatar la historia de esta el pueblo Aponte, de esta manera ellas se cuentan desde sus propias historias de vida. Además, en este enlace podrás ver una los vídeos “Tiempo de Ambiwaska’, ‘Educación, cultura y comunicaciones’, ‘Tiempo de cosecha’, ‘Mujer y familia’ y ‘Tiempo del perdón’, en los que se comparten los logros alcanzados por la comunidad para sustituir cultivos ilícitos de amapola a partir de la revitalización de sus principales componentes culturales.

Si queréis conocer más sobre este proyecto de inclusión de personas con diversidad funcional y su relación con el posconflicto o los otros 10 no dudéis en entrar en las redes sociales de  #LABICxlaPAZ

Noes Diferente

Noelia José Bribián Giner es Trabajadora Social e Investigadora; su trabajo se enfoca en los procesos comunitarios. Trabaja en el Ganchillo Social, iniciativa para potenciar el desarrollo de las redes vecinales de Barrios con una caja llena de recursos y herramientas basadas en las relaciones y la colaboración. Siendo el trabajo social comunitario una pieza de dialogo y entre vecindad, instituciones, universidad y organizaciones, creando espacios de encuentro desde los que se puedan re-pensar los barrios que queremos.

Más Publicaciones - Web


Seguir en Redes Sociales:
TwitterFacebook

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *