Hace mucho tiempo que se habla de marca personal y sobre cómo crearla. Es un tema tan actual que ha atraído a muchos a dedicarse a ello, con infinidad de expertos en marca personal, una burbuja como otras muchas a las que determinadas personas se intentan subir. Como siempre, aportaré mi opinión al respecto.
Partamos de lo que entiendo yo por Marca Personal. Para mí, es la huella que dejas en los demás cuando te conocen. Una marca personal tiene mucho que ver con el valor que aportas a los demás. Por lo tanto, antes de nada, para poder potenciar vuestra marca profesional, tenéis que ser vosotros mismos, es decir, vender autenticidad y ser honestos con vosotros mismos. No sería la primera vez que determinados gurús se van vendiendo como amigos de todos pero más tarde critican entre bambalinas a todos sus “supuestos amigos”. Tampoco nos equivoquemos en el concepto. La marca personal no tiene que ver con tus títulos académicos sino más con la experiencia, lo que sabes hacer o conseguir con los conocimientos adquiridos en esos años. Una persona con escasa experiencia puede tener un gran carisma por sus ideas y conseguir dejar una huella enorme en otros.
Una marca personal no es imitar a otros o interpretar determinados papeles. Cada uno tenéis que seguir vuestro estilo y ser fieles al mismo. Al final, la marca personal tiene mucho que ver con generar interés por lo que cuentas, sabes y aportas a otros. Puedes saber mucho sobre un tema, pero gustarle a todo el mundo es imposible. Y como consejo, debes comenzar por identificar tu público para hacerles llegar tu mensaje.
Una marca personal no se crea de la nada sino que se gestiona. Un buen gestor del 1.0 tiene todas las posibilidades de serlo en el 2.0. No es automático, pero posiblemente, esté acostumbrado a una forma de trabajar que podrá (o no) acomodar a la nueva forma de trabajo. Por su parte, una persona incompetente en el 1.0, posiblemente lo sea también en el 2.0. No olvidemos que Internet te puede hacer mucho más visible porque haces más ruido pero eso no significa que sea más competente.
Y aunque nos guste hablar del 2.0, la marca personal no tiene que ver con el 2.0; muchas personas no tienen presencia en ella y tienen una potente marca personal por lo que son, por lo que llevan tiempo haciendo y por lo que proporcionan a su foco de personas. Muchas personas se piensan que tener una marca personal consiste en estar todo el día en las redes diciendo “majaderías” o tener que llevarte bien con todo el mundo. Ciertamente, las relaciones son buenas para el networking, pero la marca personal dirá de ti lo que muestres. Si son majaderías, la imagen será esa. Si, por el contrario, eres una persona que aporta, que se comporta, que comparte… tu marca será mucho más positiva.
Si eres un profesional, independientemente del sector y empiezas a plantearte tu marca personal, me gustaría decirte que, aunque no seas consciente, ya tienes marca propia. Lo que no sé es si es buena o mala. La impresión que dejas en los demás está ya ahí. Siempre recomiendo que preguntes a personas de tu entorno cercano que destacarían de ti en lo profesional y que aspectos mejorarían. Eso sí, no valen padres, madres, esposas, maridos o personas similares, porque normalmente la afinidad se sobrepone a la objetividad. Esto os permitirá ver qué opinan otros de vosotros; a veces, uno se piensa que destaca en algo y los demás no lo perciben así. Eso sí, es un ejercicio que recomiendo hacerlo con la mente abierta, asumiendo que puede que os escuchéis cosas buenas y otras a mejorar. Y sobre todo, evitar enfados. El que aporte áreas a mejorar os está haciendo un favor y lo debéis saber asumir para mejorar.
Es un punto de partida para ser consciente de tu marca personal real. Muchas veces algunas personas no dan importancia a lo que hacen y aportan, haciendo que parezcan invisibles. Si tú no das importancia al valor extra que añades no esperes que lo hagan los demás. Esta sociedad nos marca que todos tenemos que ir por el camino establecido y que salirse de él no es bueno.
Una vez identificada la marca personal, habrá que gestionarla. Para ello, recomiendo tener una estrategia de difusión online y offline. Debes aprovechar cualquier oportunidad que te brinden para mostrar lo que sabes hacer, potenciando aquello que te hace diferente y haciendo hincapié en tus pequeños detalles y matices que son los que marcan la diferencia. Algunas personas están esperando el momento ideal para lanzar su marca. Lo primordial es pasar a la acción y que comencéis a transmitir vuestro mensaje, trabajo o valor añadido. No debes ser experto en parecer serlo sino demostrar porque lo eres.
Una empresa no te va a contratar por tu profunda marca personal debido al ruido mediático que tienes y haces. Esto puede ayudar o no, sin embargo, una empresa te contratará porque tenga claro lo que le puedes ayudar a solucionar en un momento determinado. Muchas personas son grandes oradores, sin embargo, sus oyentes se preguntan qué es lo que exactamente “vende” y/o qué es lo que sabe hacer. La marca personal tiene mucho que ver con el valor añadido que aportas en otros, razón por la que tendrás que saber identificar lo que te hace diferente al resto.
Si sabes cosas sobre algún tema, ¿a qué esperas para darlo a conocer? Hace unos años, uno tenía que hacer esa difusión de la marca cara a cara. Actualmente, lo que sí que brinda Internet y la Web 2.0 es poder mostrar tu conocimiento y tu valía de forma global. Estos canales permiten llegar a mucha más gente o incluso a otra gente que de otra forma antes era imposible. También recomiendo determinar si prefieres que tu marca sea offline y no online; eso ya es una elección personal.
En resumen, no te inventes papeles que puedes hacer, sal al mundo y demuestra quién eres, qué sabes hacer y más importante, cómo puedes ayudar en los ámbitos de tu especialidad. No dejes escapar oportunidades y aprovecha las herramientas 2.0, sin olvidar el cara a cara.