El recorrido en el tranvía de Zaragoza puede llevarte a la Plaza de San Francisco, Gran Vía y Chimenea o a Filipinas, Indonesia y Cuba. Mejor aún, puede ser un viaje que nunca termina. Todo depende de lo abiertos que tengas los ojos o lo despierta que tengas la imaginación. Lo descubrimos de la mano de la ilustradora Rebeca Zarza, miembro de La Colaboradora y una de las siete artistas aragonesas que hasta el 31 de octubre tienen “asaltadas” las paradas del servicio de transporte de la ciudad.
La naturaleza ha sido el punto de partida para todas las ilustradoras involucradas en la iniciativa, que se enmarca en el reconocido festival de arte urbano Asalto de la capital aragonesa. El particular sello de Rebeca ha sido el uso del estampado, técnica en la que lleva un tiempo especializándose con interesantes resultados en el campo de la moda y que próximamente aplicará a un tejido muy especial: una camiseta para La Colaboradora, donde tiene su espacio fijo de trabajo.

Durante nuestro encuentro en la Plaza de San Francisco, comprobamos que los estampados de nuestra compañera de La Colaboradora seducen también en las marquesinas del tranvía. Mientras conversamos sobre su intervención en esa parada, recibimos el elogio improvisado de un inspector de este servicio de transporte, que al oírnos se anima a ofrecernos su punto de vista sobre la obra. En ese momento nos convertimos en pura constatación práctica de lo leído sobre el objetivo de la iniciativa: convertir el acto cotidiano de usar el tranvía en una experiencia cultural y artística.

Viajeros frecuentes como el recién encontrado inspector quedan atrapados en la repetición de dibujos a diferentes escalas que emplea Rebeca en sus estampados, una secuencia que puede seguir reproduciéndose sin fin en las cabezas de pasajeros y transeúntes. “Me decidí por realizar distintos estampados para que los viajeros pudieran adentrarse en un viaje infinito y poner a volar su imaginación”, describe la autora.
Para sus diferentes trabajos en Parada Asalto, Rebeca se inspiró en algunos de los elementos, paisajes y especies más sorprendentes que uno puede encontrar en el planeta. Nos habla de fractales; de eucaliptos de colores originarios de Filipinas, Indonesia y Nueva Guinea; de peces arcoíris; de una experiencia inolvidable de buceo en Cuba.

Ideas salvajes, como las zarzas que dan nombre a su marca, que la ilustradora moldea y ordena de forma envolvente en sus diseños. El resultado: montañas mágicas, plantas que tiñen con sus hojas estampados infinitos, eucaliptos que mudan su piel, extraños mundos bajo el agua.
Los destinos de las creaciones de Rebeca para Festival Asalto son la ya mencionada Plaza de San Francisco, la parada de Gran Vía y la de Chimenea. Solo quedan unos pocos días para seguir disfrutándolas en la calle pero el verdadero límite lo pone cada uno en su cabeza. Como dice la autora, “el viaje comienza cuando empiezas a imaginarlo”.
