En 140 caracteres define brevemente tu proyecto.
Cocina Cívica es una infraestructura institucional distribuida para discutir, analizar y prototipar leyes y política pública para la ciudad.
Habéis sido seleccionados para un programa de residencias impulsado por SEGIB junto a otros 2 proyectos iberoamericanos. ¿Qué líneas de trabajo compartís con los otros proyectos y qué destacarías de ellos?
Con los otros dos proyectos comparto la búsqueda por generar mecanismos surgidos desde las instituciones, pero con lógicas y metodologías fuera de la política pública ortodoxa, y basada principalmente en la integración de comunidades con poca articulación en el debate público.
- De Infante 1415 rescato su experiencia al rescatar un viejo espacio industrial y convertirlo en un centro de convivencia para sectores dispares, es en su pluralidad en donde encuentro la mayor de sus riquezas.
- Del Centro de Innovación de Nariño me parece un importante ejercicio de construcción de comunidad, igualmente distribuida (centros fijos y móviles de innovación), y que ha logrado la innovación ciudadana sea uno de los ejes fundamentales de la actual administración, esto es fundamental ya que pocos gobiernos apuestan de manera tan clara en estos temas.
Durante tu estancia en Zaragoza has visitado varios proyectos de la ciudad. ¿Con cuál te sientes más identificado?
La experiencia en Zaragoza fue de mucho, por lo que más que un proyecto en específico, destacaría a Zaragoza Activa de manera general, ya que al igual que ustedes, Cocina Cívica busca un ecosistema de innovación y participación mediante nodos distribuidos en la ciudad… y creo que ZAC es sin duda una ejemplo sobresaliente de política pública en la que se superponen lo social, lo institucional, lo físico y lo digital.
En el diálogo que tuvimos en Zaragoza Activa se habló mucho de la importancia de la comunidad. ¿Qué dinámicas comunitarias destacarías de vuestro proyecto?
En este sentido podemos decir con certeza que nuestro proyecto ha sido un fracaso, ya que uno de los principales objetivos de Cocina Cívica es lograr que la discusión entorno a la agenda metropolitana integre voces que han sido relegadas de manera permanente… sin embargo, no hemos conseguido dicho objetivo. Es por esto que tanto la experiencia de Zaragoza Activa, como en general los proyectos visitados en las Residencias de Innovación Ciudadana, resultan de profundo aprendizaje para nosotros.
¿Qué os habéis llevado de Zaragoza? ¿Creéis que hay algún proyecto replicable?
El magistral e inolvidable ternasco jaja 🙂 En realidad Zaragoza me pareció una linda ciudad, bastante vivible, con una espectacular catedral. Espero no sonar redundante, pero lo que me parece muy potente de sus proyectos es la capacidad de articulación de todos ellos dentro de lógicas similares y procesos de cooperación y vinculación, aparte de replicable, es una aspiración para cualquier proyecto de ciudad.
Por último… recomiéndanos una canción de tu país.