El 16 de Marzo facilité una sesión de coaching grupal para el empleo en Zaragoza Activa titulada: “Dime quién eres y no lo que haces”. En la misma, participaron 10 mujeres que dedicaron tres horas a parar, dedicarse tiempo y explorarse a sí mismas. Me lleve mis matrioskas que fueron el hilo conductor de la sesión. Conforme fuimos profundizando iba sacando una.
Estamos habituados a presentarnos profesionalmente, únicamente diciendo la formación y la experiencia que tenemos. Muchas veces, incluso, ponemos delante de ello “Yo soy…”, sin darnos cuenta que nos estamos identificando directamente con nuestros títulos académicos y nuestra vida laboral. Siendo que lo que verdaderamente somos se encuentra mucho más allá. Nos acabamos identificado con lo externo, dejando de conectarnos con lo que importa, nosotros y lo que somos.
Comencé la sesión con una visualización, en la que las participantes conectaron con la sensación interna de un momento de grandeza personal, consiguiendo empoderarse y sentirse bien con ellas mismas. Es importante identificar qué logros hemos conseguido a nivel personal y profesional. Lo primero sabiendo cuáles son y lo segundo dándoles su lugar desde la emoción de sentirnos orgullosos de los mismos. Los logros pueden ser pequeños y grandes y el valor que tenemos que darles es el mismo. Tenemos también que desprendernos de la idea equivocada de que las cosas que conseguimos, nos han tenido que costar esfuerzo para que tengan su mérito. Necesitamos empoderarnos y reconocer con amabilidad todo aquello, que paso a paso, hemos ido consiguiendo.
Seguimos trabajando las competencias, una conjunción entre capacidad (saber) / desempeño (hacer). Todas las personas tenemos competencias, unas competencias más desarrolladas y otras menos. Y partimos de la premisa de que podemos desarrollarlas todas. Teniendo en cuenta que hay competencias indispensables para el ámbito personal y profesional.
Las participantes realizaron una “radiografía competencial” que les sirvió de autoevaluación, identificando su competencias fuertes para ponerlas en valor y sus competencias débiles, para establecer planes de acción para mejorarlas.
A continuación, vimos también en qué se diferenciaba una competencia de un talento. Un talento es una fortaleza que surge de dentro de manera natural, sin esfuerzo, con lo que disfrutas y aprendes rápido. Nuestros talentos son aquello en lo que destacamos más y se pueden contar con los dedos de una mano. Aportan una visión diferente , ya que no nos centramos en nuestras competencias débiles para desarrollarlas, sino en nuestros talentos para potenciarlos todavía más y brillar al máximo, fluyendo. Un mismo talento se puede desarrollar en distintos ámbitos y adquiriendo distintos conocimientos. El talento no cambia, se adquieren nuevos conocimientos.
Las participantes comenzaron a autoexplorar sus talentos, teniendo pendiente pedir feedback de terceras personas. Muchas veces, nuestra auto-percepción no se corresponde a cómo nos perciben los demás y de ello, podemos aprender mucho.
Seguimos avanzando hasta “capas” cada vez más profundas: los valores. Los valores son lo que nos mueve e importa de verdad. Algo más que conceptos mentales o palabras abstractas, que cobran sentido cuando las llevamos a la acción. Nuestros motivadores, nuestra gasolina. Nuestra brújula que nos guía. En al ámbito profesional nos sirven para tomar decisiones, actuar, definirnos, darnos a conocer, conectarnos a emociones positiva.
Las participantes lograron identificar sus cinco valores fundamentales, tomando conciencia de sus prioridades y su tendencia emocional, social o pragmática.
Finalmente, llegamos a matrioska más pequeña, y realizamos un práctica de atención plena con algunas preguntas:
Dentro de todo lo que yo sé hacer…
- ¿Qué hay este planeta que deba hacerse y que no ocurrirá a menos que yo asuma la responsabilidad?
- ¿Cuál es mi trabajo en este mundo?
- ¿Qué es lo que tanto me importa que pagaría por hacerlo?
Gracias a las 10 participantes por su saber estar y ser. Espero que la semilla que se sembró siga germinando.
Ana Rubio Borque
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