Nosotros, los brujos, vemos lo social en términos que cualquier ciencia calificaría de borrosos y que ninguna tecnología sería capaz de tratar. Para nosotros no hay cosas claras y distintas sino un mar de hibridaciones, mezclas y mestizajes en permanente movimiento. Para estar en dicho mundo no usamos el logos, caracterizado por establecer distinciones y jerarquizar las partes distinguidas, sino la analogía, para la que todo está interconectado con todo. Tampoco somos partidarios de la Política, caracterizada por monopolizar el uso de la violencia y usar ese poder para distinguir entre amigos y enemigos, sino de la magia, que actúa de un modo mucho más blando, incorporándose a los flujos de simpatía e hibridación de las cosas. Las identidades que así aparecen resultan de conjunciones siempre inestables. En este sentido, los licántropos, vampiros, cyborgs, etc. son mejores ejemplos de identidad que los hombres, niños, homosexuales, franceses, ingenieros, etc. Nosotros, los brujos, sabemos encabalgarnos a los flujos de devenir y somos capaces de ser cualquier cosa.

Para nuestro saber-hacer no valen ni el conocer en abstracto ni el predeterminado por instrucciones y protocolos. Nuestro saber-hacer es abierto y creativo, por lo que tiene un carácter artístico. Es también un saber-hacer que emerge de la permanente experimentación del mundo, por lo que es indeterminado. De ahí que la magia sea tanto más operativa cuantos menos fines e intenciones se depositan en ella. Y es que, si bien es cierto que admite algo de manipulación, más allá de cierto umbral, ya no es controlable, sino que se libera y el mago sólo puede abandonarse y cultivar el abandono.

La magia tampoco tiene que ver con el hacer violento de la política, que necesita crear enemigos y que, de este modo, genera saberes prejuiciados, desconfiados y estigmatizadores que empobrecen el mundo. Al contrario, el saber-hacer de nuestra magia, puesto que parte de la religancia de todo, tiene un carácter erótico y fecundo. Se cultiva tratando con Eros.

Los magos y brujos sabemos que el mundo es las gentes. Pero no las gentes congregadas en torno al don o principio de reciprocidad, que para los científicos, clásicos o no, forma la materia prima de lo social. Para nosotros, el mundo pertenece a algo más elemental que hay en el gentío: lo Común, el “con” del ser-uno-con-otro. La ausencia de don implica también la falta de las posiciones de acreedor y deudor, tanto de bienes materiales como espirituales, así que la magia exige el sacrificio del consuelo, tanto del que se da como del que se recibe.

Como el mundo es las gentes, nuestro saber-hacer siempre surge de ellas y vuelve a ellas. Nuestra creatividad es pues efímera. Todo termina disolviéndose en el heterogéneo y dinámico mar de mezclas, hibridaciones y mestizajes que constituye Todo. Por eso, los mejores magos y brujos son los que hibernan en la gente y apenas salen de ahí para intervenir. Moran en una oscuridad que ya apenas consuela y de la que apenas se espera algo. Los que han alcanzado la perfección van más lejos. Se desvanecen.

Para iniciar ese camino es necesario que el gentío emerja de las profundidades y salga al encuentro -para hablarle- de un Yo que ha de sentirse incómodo, expectante y necesitado de cambio. Si no hay tales sensaciones, el encuentro no tiene sentido. El gentío dirá al Yo y a los conglomerados de los que forma parte, como el Pueblo o la Ciudadanía, que son deshonestos con su heterogénea multiplicidad constitutiva, además de falsamente humildes, engañosamente valientes. Por eso prometerá hacerles sufrir, dejarlos en carne viva. El Yo y la Ciudadanía, incómodos, expectantes y necesitados de cambios, aceptarán esa llamada y asumirán el desafío no cediendo ni resistiendo. Es decir, venciendo sus fantasías, entre las cuales se encuentran las económicas y las políticas. Esa Democracia que siempre está por venir es una de ellas. Las ideologías también.

Fernando Bayo

Rodeados de muchedumbres el Yo y el Pueblo o Ciudadanía, sentirán poco a poco que alivian al mundo a medida que se quitan importancia. Entonces comenzará a disolverse la Ciencia a la que se ataron desde muy temprano. Primero la Ciencia clásica, que se disipará frunciendo el ceño y maldiciendo al Yo y a la Ciudadanía por su traición. Luego se desvanecerá esa Ciencia no clásica que, sin ellos saberlo, les preparó por primera vez, hace ya mucho tiempo, para este terrible encuentro. Después, el Yo y su Ciudadanía se sentirán rodeados de una impenetrable oscuridad tras la que adivinarán multitudes de diez mil colores. Al principio olerán miedo, pero les tranquilizará descubrir a su lado la presencia de la magia. Sin embargo, también ella, el último compañero de viaje, se esfumará. Lo hará por el Este, bailando, rodeada de daimones y celebrando el momento. Entonces, Yo y Ciudadanía se sentirán solos y tendrán frío…  porque estarán muertos.

Poco a poco, comenzarán a ver sombras de otros muertos. Primero, las de las comunidades ya desaparecidas. Después, las de aquéllas cuya existencia fue incompleta. Finalmente, las sombras de las comunidades que nunca llegaron a ser. Todas esas sombras se acercarán a vosotros, Ciudadanía y Yo, engañadas, buscando ese cuerpo que ahora no tenéis. Vosotros iréis a ellas, de verdad, persiguiendo la totalidad que sólo ahora comenzáis a presentir. Os preguntarán, inocentes, por distintas clases de dioses y reyes. Querrán saber si es verdad que existen. Luego, menos inocentes, querrán saber si en su lugar hay Satanes y turbas asesinas. Les diréis que el Todo es una multiplicidad de multiplicidades que trasciende esos y todos los binarismos. Después haréis una fiesta.

En ese momento comprenderéis la Tabla esmeralda, “lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer los milagros de esa cosa única que es el Todo. Y así como todas las cosas han sido y vinieron del Todo y por mediación del Todo, así todas las cosas nacieron de Todo por adaptación”.

IMG_7555 (1) José Angel Bergua es sociósofo

IC4RO

IC4O reúne a 22 gentes provenientes de la sociología y la filosofía de ocho universidades españolas, así como a varios artistas. Se interesan por la creatividad e innovación sociales e igualmente por el papel que pueda tener el arte en todo ello. Desde hace unos cuantos años vienen colaborando en varias investigaciones e intervenciones sociales.

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2 Comments

  • leyder, 20 septiembre, 2018 @ 23:31 Reply

    Un gusto el volver a leer este después de un año.
    Congratulaciones sociosofo: Jose Angel Bergua
    Atte: LeyderPOOL*
    Científico de ficción

  • Marta, 9 octubre, 2019 @ 10:32 Reply

    Un post muy interesante y bien realizado. 🙂

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