Por Maite Puntes

Ramón Añaños fue un pionero al incorporar internet al marketing, su especialidad profesional. A mitad de los años 90 ya acumulaba experiencia como responsable de marketing y fue entonces cuando comenzó a aportar ese componente innovador que era internet a su trabajo. Puso en marcha la estrategia online de Imaginarium y tras unos años trabajando como responsable de márketing de esa empresa, decidió instalarse por su cuenta. Es, por tanto, un emprendedor y un observador privilegiado por su larga trayectoria. Aceptó la invitación de La Colaboradora para participar en este proyecto como Embajador y le damos la bienvenida.

Hola Ramón! En la actualidad internet y marketing van muy unidos, pero tú ya viste estas oportunidades en el año 1995

Sí, en el 1994 fui al despacho de Carlos Serrano, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Zaragoza. Él fue uno de los pioneros poniendo en marcha un servidor de internet, aquéllo me cautivó y me hice con un servicio de conexión a internet en casa. Entonces el protocolo http no era prioritario y Microsoft todavía no había creado su navegador, en aquel momento el uso de internet tenía un componente técnico.

Todo el tiempo que dediqué como hobby a la informática y a la programación en internet desde 1994 me ha venido muy bien. De alguna manera se ha convertido en parte de mi trabajo. Creo que si haces de tu afición parte de tu trabajo eres capaz de mantener la dedicación y las horas invertidas. Si no es tu pasión, es que tienes una tenacidad a prueba de bomba.

Y ahora has vuelto a tus orígenes con el marketing

Las empresas tienen necesidad de dar visibilidad a su negocio y a su identidad, de ofrecer un contenido identificable, atractivo…esto se hace con internet o no, pero hay que hacerlo. Lo que aporta internet son herramientas para lograr lo que de verdad importa: cómo hacer que a la gente le guste tu marca, cómo hacer que hablen de mí y que en tus interacciones como marca estés a su lado. Ahora hay una generación de profesionales con gran bagaje y potencial, sólo necesitamos la oportunidad y está a punto de llegar.

En un momento dado decidiste emprender, ¿fue difícil ese paso?

Creo que lo más difícil al poner en marcha un negocio es no contar con sinergias. Cuando cuentas con sinergias, networking o con personas que confían en ti es más fácil que cuando empiezas de cero sólo con una buena idea. En mi caso, el potencial para estas sinergias ya existía, tomé los lazos que tenía y continué con ellos.

Por otra parte, los tiempos no eran los mismos que ahora. En este momento hay más gente con ideas que trabajo facturable en el mercado, pero esto cambiará. Viendo los proyectos que hay, el talento que tienen los profesionales que dedican parte de su tiempo a depurar ideas, conceptos, el uso de redes sociales….yo creo que ahora hay una generación de profesionales en la línea de salida con gran bagaje y potencial. Sólo necesitamos la oportunidad y esto tiene que estar a punto de llegar.

Es una visión optimista

Que haya personas con capacidad y talento no soluciona todos los problemas. Hay gente muy bien preparada y al mismo tiempo una gran masa de gente que no está preparada para el autoempleo y para los que su única salida laboral está en la reactivación de sectores de la economía y la contratación, y creo que esto tardará un poco más. Sin embargo, hay pequeños profesionales en áreas nuevas. Cuando esto empiece a funcionar las empresas nuevas estaremos en disposición de salir fuera de España en muy buenas condiciones.

En tu opinión, ¿qué debería potenciar una persona que empieza en un proyecto?

Hay un ingrediente destacable, el talento. Ser capaz de hacer algo particularmente bien. Esto puede encontrarse en el contenido de tu actividad profesional, en un hobby, en una parte de tu personalidad, en la forma de contar las cosas… Sea como sea, ese talento tiene que ser un ingrediente de tu oferta profesional. Es muy importante que un emprendedor tenga claras sus capacidades y sea consciente de su magia.

Después, en tu oferta, ese talento se tiene que poner en evidencia. Creo que merece la pena cultivar eso que nos hace especiales y valorar con qué tipo de personas o a qué grupos les puedes interesar. No se trata de ser el mejor del mundo, sino aglutinar la combinación de elementos que te hagan encontrar tu hueco.

Y una vez que un emprendedor está en marcha, ¿qué dificultades puede encontrar?

Yo quería reconocerme en el trabajo que hacía, algo difícil en una gran organización, y por eso decidí trabajar de forma autónoma. Lo que ocurre es que no siempre los resultados del trabajo son lo que nos gustaría, porque no somos seres perfectos y eso se nota en el trabajo. Creo que ése es el handicap de trabajar solo, que no tienes referentes alrededor. El punto ideal es el intermedio, trabajar con pequeñas organizaciones que te generen una disciplina, pero de forma que te reconozcas. Por otra parte, también la gestión del tiempo y de las prioridades son importantes.

¿Qué te parece el proyecto de La Colaboradora?

La Colaboradora es un proyecto muy valioso. Yo ya vengo colaborando con emprendedores desde hace tiempo y de varias formas. Me gusta y además creo que tiene valor lo que les aporto. Sin embargo, La Colaboradora es un espacio bastante diferente. Es el único proyecto con emprendedores en el que, además de apoyar proyectos y ofrecer formación y tutoría, el componente de colaboración tiene sentido, utilidad y está bien organizado.

Puedo incorporarme a esta dinámica de esfuerzo analizando proyectos y dando ideas, pero también me puedo beneficiar de colaboraciones. Yo también soy un emprendedor con necesidades de ir reinventándome. Esto es un soplo de aire fresco y una oportunidad de rejuvenecimiento de mi proyecto.

Desde este punto de vista ¿qué puedes aportar a La Colaboradora como embajador?

En mi vida profesional he trabajado para muchos sectores, ya son 27 años de profesión alrededor del marketing y 20 con internet. He participado en numerosos proyectos y parte de mi trabajo ha sido interiorizar lo que he visto y aplicarlo a diferentes supuestos. Tengo un bagaje de ideas, referencias, herramientas, casos, etc, que son aplicables a otros proyectos. Es este activo lo que puedo poner a disposición de La Colaboradora.

Muchas gracias Ramón

rananos@factorid.com

@rananos

 

 

Comunicación La Colaboradora

La Colaboradora es un espacio físico de Inteligencia Colectiva donde una comunidad colaborativa trabaja en sus proyectos empresariales, sociales o creativos con el único requisito de pago de intercambiar ideas, servicios y conocimiento a través de un banco del tiempo para fortalecer la economía colaborativa de sus miembros y su entorno.

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1 Comment

  • Padilla Informática, 3 junio, 2014 @ 20:10 Reply

    Toda una referencia en el Marketing Online de Zaragoza desde hace mucho mucho tiempo, como dice en el artículo. Da gusto oírle hablar y siempre se sacan conclusiones interesantes y positivas 🙂

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