Los proyectos emprendedores y/o empresariales consolidados se suelen escuchar las siguientes típicas frases: “la gente no quiere trabajar”, “No hay talento”, “No encuentro gente cualificada”, “la gente se marcha a la mínima en que le exijo un poco” y similares. Si tú tampoco encuentras a nadie para tu proyecto empresarial, este post es para ti.
Vivimos tiempos complicados. La sociedad ha cambiado mucho, no ya en cuestión de conocimiento -que también. sino, sobre todo, en su actitud hacia el trabajo.
El perfil de tu proyecto empresarial
Yo apostaría por empezar a tener identificado qué tipo de perfil necesita incorporar a su empresa. A veces se contrata gente que, si bien puede hacer el trabajo, no es la adecuada. Es por ello que tenemos que poner foco en lo que se precisa de forma objetiva, en función de las tareas reales que le van a tocar desempeñar a las personas que ocupen eso rol específico. Además, se suelen pedir requerimientos que no va a necesitar generando falsas expectativas.
Por eso, es fundamental que exista un equilibro entre lo que se exige a las personas que van a ocupar esa posición en la empresa y lo que se le ofrece a cambio. Esto debe compensar a ambas partes. A mayor exigencia, más se debe dar a cambio.
No podemos poner una oferta en la que busquemos una persona para el puesto de director/a de marketing y el salario ofrecido sea el de técnico/a de marketing. No es coherente ni equiparable. De hacerlo y llegar a seleccionar a alguien, será algo para el corto plazo, pues la persona o no dará los resultados que se esperen –por ser demasiado junior y sin experiencia- o “saltará” a otra posición en el momento en el que encuentre una oferta mejor.
En busca del equilibrio
Además, tendremos que analizar los profesionales disponibles en el mercado laboral para ocupar esa posición e ir más allá. Aquí toca plantearse por qué razones esas personas disponibles para ese rol no se inscriben a esa oferta de empleo publicada por tu empresa.
Si existe poca mano de obra porque es un perfil de nueva creación en el mercado laboral, quizás sea necesario que te plantees reciclar a personas que ya están trabajando en tu organización, y que ocupan otro rol cada vez menos necesario. Puede ser bueno que aprendan otras funciones, dándoles un reciclaje o una formación especializada para luego que vayan poniéndola en práctica poco a poco.
Tal y como está el mercado laboral, cada vez se jubila más gente y se incorpora menos mano de obra al mercado laboral. Esto supone que ya no existe relevo generacional, marcado en España también por las bajas tasas de natalidad. Esto conlleva que toque reciclar, reconvertir y actualizar los conocimientos, competencias y experiencias de las personas que ya están trabajando en tu empresa.
Ideas para encontrar personas con talento
Aquí te dejo algunas ideas que os pueden ayudar a encontrar a personas con talento para los roles que precisáis:
Primero. – Partamos de la base de que es imposible saber de todo. No podemos pretender que una persona aprenda cosas nuevas y muy diferentes a las requeridas para desempeñar sus tareas de un día para otro. Algunas empresas y sus cúpulas están exigiendo nuevos conocimientos y competencias de repente. Y no ayuda juntar dos perfiles muy diferentes, pidiendo un doble rol, por ejemplo, buscar un técnico contable e informático. Son dos áreas que no tienen nada que ver y que requieren una especialización diferente.
Segundo. – Debes cuidar y preocuparte por la fama y la imagen que tiene tu empresa en el mercado laboral. Si tratas mal a la gente, si las condiciones ofrecidas están por debajo del mercado, si no existen opciones de desarrollo, no les das posibilidad de formarse de forma adecuada, existe un mal ambiente laboral y otros aspectos… la gente no querrá trabajar en tu empresa.
La importancia de la coherencia
Todo, al final, se sabe y el boca a boca también puede jugar en vuestra contra. Suele pasar que una cosa es lo que dices y otra la realidad. Debe existir coherencia entre la teoría y la práctica. Si tratas bien a la gente, aunque se vayan por la circunstancia que sea, tendrán buen recuerdo y hablarán de forma positiva de tu compañía. Quizás sería interesante que averiguases si la gente que trabaja en tu empresa está realmente contenta y satisfecha.
Tercero. – Forma y actualiza a tus personas de forma constante, aunque corras el riesgo de que, una vez formados, se marchen. Nunca tendrás la seguridad absoluta, aunque si les tratas bien, querrán seguir trabajando en tu organización. Debes potenciar la cultura del cambio en tu empresa teniendo una estrategia de adaptación y de no tener miedo a probar otra forma de hacer las cosas, es una actitud y si se trabaja, suele funcionar de forma adecuada.
Deberías plantearle a tus personas que en un proceso que hagan a diario, busquen otras formas de hacerlo que mejoren el proceso actual. No hay nadie mejor que el que hace las cosas para encontrar mejoras. Es muy probable que consigan resultados beneficiosos para ellos y para la empresa. No hay duda de que esto debe venir acompañado de un apoyo total, asumiendo que conlleva riesgos, aunque se consiguen personas mucho más autónomas y que no dudan en buscarse la vida, porque tienen claro los objetivos a alcanzar.
Conocimientos, competencias y experiencias
Cuarto. – Busca primero lo que necesitas dentro de tu compañía, antes de explorar lo existente en el mercado. ¿Conoces todos los conocimientos, competencias y experiencias que aporta una persona? En el momento que tienes más de 50 personas se complica y es difícil saber todo lo que puede aportar cada persona, lo necesite o no para el rol que desempeña en tu empresa.
Va bien que tengas registrados todos los talentos que tiene cada persona que trabaja contigo para poder ofrecerles mejoras profesionales, si les pueden interesar. Aunque en la actualidad una persona esté trabajando de comercial, no quiere decir que no pueda ocupar otro rol de mayor responsabilidad o incluso en otro departamento, porque aporta el perfil necesario. Tendemos a valorar más el talento que no está en nuestra compañía, que el talento interno y suele ser un grave error. No dar el valor que merecen tus personas hará que probablemente, puedas perderlas.
Nuevos retos
Quinto. – Permite que la gente asuma nuevos retos y que puedan colaborar en otras áreas o departamentos en proyectos puntuales para que puedan conocer lo que se hace allí. Es una forma de adquirir nuevas competencias, conocimientos y experiencias. También de que nos cambie la mentalidad de pertenecer a un área o rol estanco. Por supuesto, esto se debe potenciar entre la gente que tenga inquietud por rotar o aprender cosas diferentes.
Sexto. – Debes mostrar tu valor diferenciador como empresa sabiendo qué ofrece tu competencia y ver qué puedes brindar dentro de tus posibilidades económicas para dar un paquete conjunto atractivo. Si aportas lo mismo que todas, no serás más que una empresa más, que no se diferencia por nada. Igual no puedes ofrecer los mejores salarios, aunque se pueden proporcionar otro tipo de ventajas, como desarrollo profesional, aprendizaje puntero, flexibilidad y teletrabajo, etc. También te tocará escuchar a las personas que trabajan en tu empresa para saber qué les puedes ofrecer que valorasen como algo muy satisfactorio. Está claro que debes ser razonable entre los que pides y lo que das a cambio. No todo es el salario, aunque es importante, ya que todos trabajamos para vivir y no al revés.
No seas una empresa más
El mercado laboral cada vez exige una adaptación por ambas partes. Nos toca aceptar lo bueno y mejorable de la parte contrapuesta. Pero lo que no cambia es que ambas partes de las relaciones laborales se necesitan. En este mercado laboral cambiante, la fidelidad y la permanencia toda la vida en la misma compañía está en peligro de extinción, siendo la rotación de proyecto lo más habitual.
Vivimos en un mundo cada vez más incierto, imprevisible y ansioso y la estabilidad es algo que las nuevas generaciones -y hago una generalidad-, no valoran tanto como las generaciones anteriores. Cada vez se tiene menos paciencia y, a la mínima de cambio o ante el más nimio problema, optamos por marcharnos a otro proyecto profesional. Todas las empresas tienen cosas positivas y otras negativas, al igual que las personas. No debemos centrarnos solo en lo negativo sino ver también aquello bueno que nos aporta nuestro proyecto empresarial.
Cuestión de talento
Muchas veces las empresas y sus cúpulas son muy rígidas e inflexibles respecto al talento. Puede llegar una idea preconcebida y no estar más abierto a la globalidad y eso les puede hacer perder a las personas con el talento que precisan. Si cumplen los requisitos mínimos que pides, aunque tengan experiencia en otro sector profesional, no les cierres la puerta. Permíteles que te expliquen y conocerlos. Va bien ver perfiles diversos para poder comparar a unas personas con otras, viendo sus pros y sus contras. Se trata de buscar el encaje más adecuado en la organización.
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