El martes 8 de noviembre dimos comienzo al primer taller Flip&Do de este curso escolar 2016-2017.
Estábamos llenos de ilusión, a la par que de miedos e incertidumbre por la acogida. El desafío es grande: transmitir en 5 horas de taller conceptos de emprendimiento y modelo de negocio a través de dinámicas de creatividad y metodologías como el design thinking, a chavales de 3º y 4º de la ESO. Pero con una convicción: que son los jóvenes de esta ciudad los que pueden cambiar y ser agentes transformadores de su entorno y realidad. Que hay escucharlos, que hay que darles la oportunidad de que crean en su talento, en sus potencialidades: individuales y de equipo. Que debemos dotarlos de recursos para emprender y para resolver retos que mejoren su vida y la de su ciudad.
El pistoletazo de salida fue con el Instituto IES Río Gállego. Diez chavales que vinieron acompañados de sus tutores: Sonia y Víctor.
La actividad fue in crescendo… se hizo muy dinámica, con ganas de hacer cosas. De cambiarlas, de repensar y de creerse que ELLOS PUEDEN.
En esta primera sesión trabajamos sobre los espacios para el Ocio alternativo en la ciudad, para los jóvenes de la ciudad. Comenzamos con un brainstorming donde los protagonistas de las respuestas fueron el móvil y el wifi en la ciudad. Se dividieron en dos equipos. Se autoeligieron. ¡Y empezó la acción! Cuatro horas por delante que ni descansar querían de tantas ideas que iban teniendo. Las 6 fichas poco a poco se iban rellenando y el canvas tomando color y forma.
Fue un suma y sigue de ideas que iban construyéndose, de análisis de clientes (los propios adolescentes como protagonistas), de propuestas de valor, de ofrecer algo único y diferente. Y el concepto de codiseño siempre presente.
Llegó la hora del prototipado y nada los detuvo, a pesar de los miedos y el típico pánico ante la hoja en blanco. Una vez que se compenetraron ¡hasta una mascota y nombre de marca! tenía uno de los dos proyectos. Y ambos equipos estaban convencidos de que podían hacer realidad su idea. Pero hubo que elegir uno, y el equipo que diseñó un huerto urbano donde mayores transmitieran a los jóvenes el oficio y las tradiciones de la cocina aragonesa, se llevó la palma y el pase a la final.
Equipo verde
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Equipo rojo
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Finalmente, volvimos a la pizarra del brainstorming y vimos cómo se pueden proponer actividades, espacios y juegos donde no necesariamente el protagonista sea una pantalla. Puede ser un aliado ideal, pero los protagonistas en este caso fueron dos espacios: uno para el juego y la integración con jóvenes discapacitados, y el otro abierto al cielo y oliendo a verduras y cocina de la tierra.
Agradecemos a los chicos y chicas por su implicación, a los profesores que animaban y colaboraban en todo momento. Gracias por la energía y apoyo que nos habéis transmitido. A ellos les decimos ¡nos vemos en la final!. Y a vosotros, estad atentos porque el próximo taller, promete 😉
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