Desde el pasado mes de junio, dos perros han estado visitando la Casa de Amparo, enmarcado dentro del proyecto Zaragoza Activa. Dos equipos terapeutas R.E.A.D, formados por las psicólogas Ana y Trini y sus perros de terapia Pancho y Elliot, acuden semanalmente a esta residencia para despertar las sonrisas y recuerdos de los ancianos del Barrio de las Armas.

 

El éxito del Programa R.E.A.D radica en la conexión emocional que se establece entre el anciano y el perro, fomentando la comunicación, la interacción social y la estimulación cognitiva a través del can y gracias a un recopilatorio de noticias de los últimos 100 años que nos brinda El Periódico de Aragón. Una fecha, una noticia y es suficiente para despertar en nuestros ancianos recuerdos e historias llenas de emoción que comparten con sus compañeros, con nosotras y con nuestros compañeros de equipo, los perros. Una vez comienza la sesión con la noticia que ellos han elegido, los perros se encargan de escuchar y acompañar en la elaboración de historias y recuerdos.

Son sesiones en las que volvemos al pasado, recordando viejos sentimientos y bonitos relatos llenos de nostalgia y emotividad. A partir de aquí comienzan un sinfín de historias conmovedoras en las que Elliot y Pancho actúan como elemento motivador de la sesión, consiguiendo que la persona se implique en la actividad, resultando placentero para él. El fin último del Programa R.E.A.D es mejorar la calidad de vida de nuestros ancianos del barrio de las Armas, ya que bien es sabido los beneficios que causan las emociones positivas en el estado de salud, favoreciendo tanto la salud mental como la física.

¿Por qué perros?

Desde el comienzo de la historia el hombre ha convivido con animales. En la sociedad primitiva el perro fue domesticado para ayudar en la caza. Desde comienzos de nuestra civilización, el vínculo entre animales y seres humanos ha sido entre otras cosas terapéutico. Este hecho es bien sabido por muchos de nuestros ancianos que encontraron en los perros un fiel amigo con el que llevar alimento a casa o deshacerse de pequeños roedores invasores.

Buscando un complemento a las terapias tradicionales para prevenir y resolver distintos problemas de salud, los seres humanos nos hemos visto en la necesidad de retomar esa conexión a través de un vínculo cotidiano con los animales, concretamente con los perros. Las personas institucionalizadas, no están en su ambiente natural, por lo que usar perros como tratamiento complementario es una forma de hacer esa institución más natural.

Nuestros mayores son personas que, a lo largo de su vida, han estado en contacto pleno con la naturaleza y al llegar a la etapa en la que se encuentran, este contacto desaparece. El vínculo afectivo que establecen los ancianos de la Casa de Amparo con Elliot y Pancho, les ayuda a volver a conectar con esa parte suya perdida, despertando en ellos sonrisas y alegría.

Diversos estudios sugieren que la presencia de un perro puede reducir el estrés y la ansiedad, además de desarrollar un sentimiento de seguridad, reduciendo también la sensación de soledad.

Conclusiones

Gracias a la colaboración con la Casa de Amparo, nuestros ancianos del barrio de las Armas se han podido beneficiar de la compañía de nuestros perros. Las teorías sobre la motivación y el aprendizaje avalan la viabilidad y la eficacia de R.E.A.D en ancianos, ya que aúna una tarea de estimulación cognitiva y aprendizaje como es el recuerdo de una noticia, con un agente motivador, el perro, que suscita recuerdos y emociones positivas en el anciano.

 

 

 

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