Estamos en unos momentos convulsos e inciertos; tenemos en España la inflación más alta desde 1986, que encarece la vida y, por ende, empobrece nuestros bolsillos. La inestabilidad económica, política y social provocada por la guerra y otros acontecimientos globales nos tienen con un nivel de descontento elevado. Por eso, lograr un aumento salarial se convierte en un objetivo ansiado por la mayoría, pero ¿Cómo conseguirlo?

Objetivo: Aumento salarial

Nuestra vida continua. Según qué previsiones del mercado laboral consultes, algunas son positivas, otras no tanto. Ante esta situación de incertidumbre a corto plazo, son muchos los que prefieren hacer caso al refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Esperan tiempos mejores para cualquier cambio profesional. ¿Quién nos va a garantizar que mejorará en breve? El año pasado a nivel de contrataciones fue bueno y, aun así, mucha gente siguió inmóvil.

Las oportunidades están ahí fuera y tenemos que salir a descubrirlas e, incluso, en ocasiones, crearlas. Pero chocamos con un hábito muy actual. Que nos surjan las oportunidades sin hacer nada, sin asumir ningún riesgo y asegurándonos que saldrá todo bien. Si pensáis así, me aventuro a deciros que nunca cambiaréis y continuaréis en el mismo sitio en donde os encontréis.

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Mucha gente quiere continuar en su empresa o proyecto profesional actual, aunque cree que merece o necesita una mejora salarial o profesional, es decir, quieren cobrar más o tener un puesto de mayor responsabilidad dentro de esa compañía. Suele ser frecuente en muchas organizaciones que sus dirigentes nos digan que tenemos que esperar pacientemente nuestra oportunidad. Lo que he aprendido a lo largo de mi carrera profesional es que si quieres algo o crees que mereces algo, tienes que luchar por ello sin esperar a que te lo ofrezcan los demás. En ocasiones esa oportunidad, aunque la merezcamos, nunca llega y quizás tienes que plantearte aires nuevos en lo profesional. Uno tiene que estar en una empresa o proyecto en el que te valoren profesionalmente y te permitan brillar, porque te aceptan tal y como eres.

Si crees que mereces algo debes intentarlo conseguir en esa empresa o proyecto profesional, antes de mirar opciones en otra organización. Lógicamente también para conseguir ese aumento salarial o esa promoción tenemos que dar unos plazos razonables. Algunas personas nada más llegar a una empresa sin haber demostrado nada, ya quieren esos progresos y para pedir uno tiene que demostrar de lo qué es capaz.

Algunos consejos

Aquí os dejo algunas claves para solicitar con éxito un aumento salarial o una promoción profesional dentro de tu empresa o proyecto:

Primero. – Céntrate en ti, es decir, no bases tu argumento en compararte con otras personas de tu organización. Esto no suele salir nunca bien. Cada persona somos diferentes y tenemos que centrarnos en nosotros, en lo qué aportamos, en los logros que alcanzamos, en los objetivos conseguidos y en otros factores evidentes.

Segundo. – Prepara al detalle tu discurso, es decir, los logros alcanzados en los últimos meses u años, los objetivos conseguidos por tu parte, los problemas solucionados con tu desempeño, tu involucración en los proyectos y lo que aportas a la empresa. Esto supone llevar hechos e hitos concretos, con ejemplos claros. También va bien que comentes tu histórico dentro de la empresa, es decir, desde cuando llevas trabajando ahí y desde cuando no has recibido un aumento salarial o una promoción profesional.

Tercero. – Debes elegir bien el momento para plantearlo, es decir, el día, el período, la situación económica de la empresa y el estado de ánimo de tu responsable o de las personas a las que se las tienes que pedir. Además, lo tienes que plantear de forma constructiva y no destructiva, es decir, no eches nada en cara, sino que sugiere lo que necesitas y lo que mereces. Si eliges un momento en el que la organización está en ERE o con escasez de pedidos, pues es factible que no consigas nada.

Cuarto. – En ocasiones te toca insistir o plantearlo de forma diferente. Es bueno que negocies y cedas en algún aspecto, por ejemplo, adquiere algún reto nuevo a cambio de recibir ese aumento o esa promoción; si llegas a algún acuerdo, asegúrate de que se plasme por escrito por ambas partes, por la tranquilidad de todos.

Quinto. – No es solo cuestión de ser bueno sino también de parecerlo, así que cuando consigas algún logro relevante, no permitas que otras personas se pongan las medallas que te corresponden. En ocasiones, pensamos que nuestros responsables ven nuestro esfuerzo y sacrificio, aunque luego no es así. No puede ser que, a tu esfuerzo y trabajo, la recompensa sea más trabajo.

Sexto. – Si quieres conseguir un puesto de mayor peso y responsabilidad en la organización, va bien que vayas adquiriendo nuevas responsabilidades por iniciativa propia, es decir, el tener una visión estratégica de la organización y de sus diferentes áreas. Argumenta de forma objetiva por qué motivo quieres gestionar una área o departamento, por qué estás preparado, cómo afrontarás las dificultades que surjan…

Séptimo. – No debes pedir estos aumentos salariales o mejoras profesionales en un foro informal, sino que debes tratarlo en una reunión pactada o agendada, de cara a poder enfocar de una forma profesional y formal. Tenemos que saber la forma adecuada de tratar cada asunto.

Octavo. – No olvides alabar los aspectos positivos que tiene la empresa y tu responsable contigo; en ocasiones nos centramos en exceso en lo que nos falta en la empresa y no ensalzamos lo que ya tenemos, que siempre nos dan cosas buenas.

Noveno. – No reproches nada y no lo exijas. Tienes que solicitarlo con educación, profesionalidad y argumentos sólidos. No olvides escuchar a la otra parte. Además, debes llevar preparados contra argumentos a las pegas que pueda poner tu responsable a tu petición. Por lo tanto, la preparación y simulación de esa conversación nos dota de argumentos y herramientas que pueden venir bien.

Por supuesto, una organización que te valore debería ofrecerte lo que mereces y precisas, sin necesidad de exigirlo, aunque en más ocasiones de las debidas esto no ocurre.

Si tras solicitar con argumentos consistentes lo que mereces, tu empresa hace oídos sordos y no te ofrece nada, quizás sea momento de comenzar a buscar esa oportunidad que mereces en otra organización. Luego cuando te marches será cuando te valoren y añoren no haber tomado medidas antes.

Creo que puedo afirmar, sin equivocarme, que todas las personas querríamos cobrar siempre más, aunque siempre sabemos cuando nuestra remuneración es adecuada y cuando no. Se trata de comparar ¿Qué damos nosotros? ¿qué nos ofrecen a cambio? ¿qué consiguen con nuestro trabajo? Se trata de que exista un equilibrio y que se cumplan nuestras expectativas. Debemos valorar un proyecto o empresa en global y no solo por el salario, aunque lo que cobramos es importante, porque es lo que nos permite vivir, por encima de otros aspectos.

No olvides que jamás conseguirás brillar en donde no sepan apreciar el valor que tienes y que das a la empresa. Una empresa que no valora la auténtica gema humana que tiene, ya te está diciendo que le da igual lo que hagas. Para ellos eres un recurso más. La empresa mira por sus intereses y tú debes pensar en tu desarrollo y en lo más adecuado para tu futuro profesional.

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