Con motivo de la celebración del Día Mundial de las Bibliotecas, varias instituciones han editado un catálogo de bibliotecas con encanto en la ciudad

Una biblioteca es mucho más que un edificio que contiene libros. Es un lugar en el que buscar y crear sueños. Un espacio de fomento del aprendizaje y la curiosidad. Un paraje en el que encontrarse o perderse entre lecturas y cualquier tipo de ensoñaciones. Porque el silencio incita al pensamiento.

Desde el año 1997 la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil promueve la de Día Mundial de las Bibliotecas cada 24 de octubre. ¿El motivo? Rendir un homenaje a la Biblioteca de Sarajevo que ardió durante el conflicto de los Balcanes en 1992.

Durante el incidente desaparecieron más de 700 manuscritos e incunables, y más de 600 títulos de publicaciones bosnias de gran valor histórico y documental. Solo un 10% del fondo logró salvarse de las llamas. Por eso, cada año, bibliotecas del mundo entero rinden homenaje al edificio que sucumbió al fuego de la guerra en esta jornada. Tras el ataque, el historiador croata Mirko D. Grmek acuñó el término ‘memoricidio’ para definir la destrucción de la memoria y el tesoro cultural del ‘otro’.

Y ¿qué tienen en común las bibliotecas del mundo independientemente de su naturaleza? Pues que todas ellas, ya sean públicas, privadas, universitarias, escolares o especializadas, contienen grandes tesoros. “Para nosotros es un reconocimiento que hacen las instituciones públicas y un recordatorio a los usuarios de la importancia de este tipo de servicios que podrían formar parte de su rutina diaria como espacios de conocimiento, aprendizaje y diversión”, explica Mª Cruz Acín, directora de la Biblioteca para Jóvenes Cubit.

Un espacio de conocimiento, aprendizaje y diversión

Con motivo del Día Mundial de las Bibliotecas, la Diputación de Zaragoza (DPZ), el Gobierno de Aragón (DGA), El Ayuntamiento de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza han editado un catálogo que contiene un total de once bibliotecas con encanto de Zaragoza debido a su patrimonio artístico o documental. En este listado está incluida la Biblioteca para Jóvenes Cubit. “En nuestro caso se destaca la infraestructura del edificio que, tras más de una década, sigue siendo sorprendente y nos ha valido el título de espacio singular en varias ocasiones”, destaca Acín.

A día de hoy, BJ Cubit, ubicada en el edificio de la antigua Azucarera de Aragón abierta en 1893, como pionera en la industrialización de Aragón, se convirtió en la primera y única biblioteca para jóvenes de España. Su fondo consta de más de 34.271 registros, la mayoría libros, aunque incluye revistas, videojuegos, comics, música y películas. 

De hecho, su singularidad le ha valido para aparecer en numerosas publicaciones como la selección de Bibliotecas con Encanto de la Guía Repsol o el reportaje de ‘Bibliotecas para no callar, publicado por El País en 2017. “En la Biblioteca para Jóvenes Cubit, hospedada en la antigua fábrica de azúcar de Zaragoza, no hay mesas ni pupitres. Los lectores descansan en sofás. Además, hay música todo el tiempo y los usuarios pueden jugar a la videoconsola. Así es el proyecto, impulsado por la Fundación Bertelsmann, con el que este centro, pionero en España, quiere atraer a los jóvenes entre 13 y 25 años”, afirmaba el reportero en dicho reportaje.

“La única cosa que es absolutamente necesario saber es la ubicación de la biblioteca”, Albert Einstein.

“Nuestro objetivo es acercar la lectura a los más jóvenes, que son los más reacios a acudir a este tipo de espacios. Y para ello, tratamos de crear un ambiente agradable y contar con un buen fondo que hace posible que se identifiquen con nosotros”, afirma Acín, que asegura que hoy, la biblioteca zaragozana se ha hecho un hueco entre los más jóvenes.

“Nuestra filosofía no se queda únicamente en el ámbito de la innovación a nivel tecnológico ya que siempre tratamos de ir un paso más allá de la mano de los intereses de nuestro público”, añade la directora. Por eso, las redes sociales son una parte fundamental de BJCubit, así como las actividades y la programación innovadora y las propuestas de actividades alternativas centradas en otro tipo de conocimiento: “tenemos que estar a la altura de nuestros usuarios”.

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