Últimamente en Tráfico de Ideas nuestro debate ha girado en torno a la basura urbana. Hemos reflexionado sobre la gran cantidad de basura que generamos cada día y como se convierte en un problema si no buscamos soluciones que estén en nuestras manos. Vinimos a darnos cuenta que nuestra ciudad cuenta con un gran abanico de basura que acaba en nuestras calles, básicamente porque nosotrxs mismxs la dejamos allí. Desde las cacas de nuestras mascotas, las colillas y los paquetes de tabaco que las albergan hasta las botellas y las latas de refrescos que consumimos, entre otras muchas cosas.
Tras la reflexión llegan las preguntas.
¿Somos realmente respetuosos con nuestro entorno? ¿Hasta qué punto tenemos conciencia de la repercusión que pueden tener nuestros malos hábitos dentro de nuestras ciudades? ¿Dónde acaba la franja de lo individual y comienza la de lo colectivo?
“Siempre que se habla de este tema recuerdo un comentario bastante desafortunado, a mi parecer, de una persona que respondía a una llamada de atención por parte de mi madre cuando esperábamos el autobús:
Ella: “Perdone se le ha caído eso”.
Persona: “Tiro eso a la calle porque me da la gana y porque para eso están los basureros, sino se quedarían sin trabajo…”
Ella: (…)
Entendemos que hay un mayor porcentaje de personas que actúan de forma cívica pero las que no lo hacen deberían aprender a respetar y colaborar. No es algo tan complicado.”
Después de atar ideas y conceptos nos pusimos en marcha. Diseñamos la acción y calendarizamos los tiempos. Durante varias sesiones estuvimos recopilando botellas, paquetes de tabaco, latas, colillas, y fabricando cacas de perro con cartón y agua. Limpiamos la basura, la pintamos para que llamara más la atención y fabricamos unas banderitas que serían el reclamo para que los viandantes se acercaran a ver e interactuar con la intervención.
El día 22 de mayo de 2016 nos plantamos en la Calle San Voto, en el tramo entre la Plaza Santa Cruz y la Plaza de Ariño con dos objetivos claros. Por una parte hacer reflexionar sobre la cantidad de “basura urbana” que generamos en nuestro día a día y por otra analizar el grado de conciencia y respeto que, como ciudadanos, tenemos hacia el entorno que compartimos con el resto de nuestros vecinos.
Tuvimos la suerte de poder interactuar con un gran número de paseantes, niños, mayores, autóctonos, turistas y dueños de mascotas que muy amablemente se interesaban por el proyecto y por lo quería reivindicar. Además se hicieron fotos de apoyo que nos encantan. Muchas gracias a todos por vuestra participación y vuestra simpatía:)
Porque en Tráfico de Ideas siempre queremos conseguir que nuestra ciudad sea más creativa, participativa y reivindicativa.
¡Volveremos pronto!