“¿Hacia dónde voy? y ¿qué me puede ofrecer La Colaboradora?”, plantea Mikel Oleaga, de Hub Madrid, como las cuestiones nucleares del taller ‘Emprender después de emprender’, a la veintena de colaboradores que, dos horas y una tormenta de ideas más tarde, debían responder a esas cuestiones inspirándose en el empujón que requería el proyecto de una matrona virtual y en construcción. Codinamizaron el taller María Izalba y Eva del Ruste por parte de La Colaboradora.
Encomendarse a una partera acabó teniendo un efecto secundario más o menos previsible: el apartado de novedades a introducir en La Colaboradora acaparaba casi la mitad de los apoyos del taller (25), a mucha distancia de los (29) que sumaban las propuestas de mejoras (4), supresiones (7) y mantenimientos (18) salidas de la tormenta de ideas. Había más ganas de alumbrar que de retocar lo existente.
No obstante, la apertura de las Matriuskas a quienes ya tienen su proyecto en marcha y dejar de realizar eventos sin foco fueron, con seis votos y en los apartado de mejoras y de supresiones, respectivamente, las propuestas más apoyadas. Les siguió, junto con un ajuste de las conexiones entre los colaboradores (5), el bloque de las medidas a implementar.
Entre estas últimas destacan tres centradas en el nacimiento y los primeros pasos de los proyectos, como facilitar el acceso a inversores que puedan financiarlos (5), poner en marcha programas o servicios orientados a la consolidación y la escalabilidad (5) y la creación de un mentor de conexiones interno y profesionalizado para potenciar y agilizar los contactos.
Las otras dos medidas principales de este bloque van más dirigidas al cuidado y al auxilio. Consisten en activar un servicio de coaching emocional (3) para los momentos de dudas y bajones y otro de apoyo a la segunda oportunidad (3), en este caso para ayudar a reflotar tanto proyectos como emprendedores.
Incrementar la formación en comunicación (3) y la apertura de La Colaboradora y de los colaboradores a otros espacios (2) completan una batería de propuestas en la que también se incluye, aunque con escaso apoyo, dejar de perder tiempo repitiendo presentaciones (1) una y otra vez y conservar el comaster (1), el codiseño (1), la figura de los conectores (1) y las coformaciones (1).
Fotografías de Nacho Bueno Gil