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Quizá alguna de estas situaciones te resulte familiar:

• Decides hacer una campaña de email marketing.
• Envías un presupuesto por email.
• Pides y reclamas algo por email, una gestión cualquiera.

Y en ninguno de los casos recibes respuesta. O menos de las que esperabas.

Lógicamente, te frustras y te planteas: ¿Por qué no contestan a mis emails? Si lo que ofrezco es genial. Si solo quiero que me contesten con un sí o un no, no pido tanto. Si he invertido tiempo eligiendo las plantillas y las fotos. Si he segmentado a mi público y esto debería interesarles…

En el curso que terminó la semana pasada sobre emails les dije a mis alumnos: me encantaría tener el un truco jedi para que la gente haga lo que le pido por email. Pero ya sabéis que esto no funciona así. Por eso, lo que os voy a contar brevemente en este post es son recomendaciones de persuasión y eficacia, que tú puedes adaptar a tus objetivos y forma de redactar. Tan fácil y complicado como eso.

EL DESAFÍO

¿Te has planteado que conseguir que alguien haga algo por nosotros, solamente pidiéndolo por escrito, es todo un reto?

Persuadir no es fácil. Y más si solo contamos con las armas de la comunicación escrita: nuestros textos en un email.

Cuando estamos frente a una persona o manteniendo una conversación telefónica, nuestra forma de hablar, mirar, sonreír, entonar, todo, nos ayuda a conseguir nuestros fines. Pero ante un email solo tenemos un arma: las palabras. Un arma que no solemos cuidar y valorar mucho porque hoy en día la imagen parece ser la reina de la fiesta. Sin tener en cuenta que la información relevante es siempre un texto.

Así que cuanto antes asumas que conseguir que alguien haga algo por ti, como comprar tus productos o aceptar tu presupuesto, solo con tus palabras en un email es todo reto, antes podrás estar preparado para conseguirlo.

FASES PARA CONSEGUIR UN EMAIL PERSUASIVO

En el curso que acabo de impartir en Zaragoza Activa hablamos de lo que considero las 3 fases necesarias en la persuasión en los emails.

No solo hablamos de emails de venta, sino de cualquier tipo de texto en el cual necesitamos que alguien haga algo por nosotros, lo que yo llamo emails de gestión, que son el día a día de las empresas.

Empecemos por el principio. En las campañas de email marketing hay muchas veces que ya no se supera esta fase: la lectura.

QUE LEAN MIS EMAILS

Es algo tan obvio que a veces olvidamos. Nos centramos en el cuerpo del email y todo lo que vamos a ofrecer a nuestros futuros clientes, pero… por qué alguien va a abrir un email nuestro. Estamos saturados de información, ofertas, promociones… Hoy, el pago que recibimos por nuestros contenidos es la atención y el tiempo.

Así que necesitamos la atención de la gente para que nos lean, no solo nos “escaneen”.

Y para ello, empecemos por llamar la atención en el asunto del email. A continuación, unas recomendaciones que pueden ayudarte a redactarlo:

• Reflexiona qué quieres conseguir con tu email y elige la palabra clave, debe estar en el asunto. Siempre.
• Redacta el asunto como si fuera un gancho que invite a leer y deje como ganas de más… Piensa en los titulares de algunos periódicos y como invitan a pinchar en los enlaces.
• Ayúdate de palabras poderosas, que suenen a promesa y creen expectación: claves, método, secreto, oportunidad, ahora, nuevo…
• Guárdate de la agresividad exagerada y palabras que no suelen pasar los filtros de spam, por ejemplo “gratis”, o expresiones exaltadas entre exclamaciones, nadie que le griten lo que debe comprar.
• Utiliza la numeración: Las 3 recomendaciones para elegir tu…
• Practica escribiendo estos titulares, crea 5, 10, 20, 30… Díselos a algún amigo y elige los mejores. Es más divertido de lo que crees.

SEGUNDA FASE: QUE NOS ENTIENDAN

Pensamos que escribimos de forma clara, natural, irresistible. Y que van a comprender lo que expresamos y ver las ventajas de los que ofrecemos a la primera lectura.

La clave es: pónselo fácil al receptor.

¿Cómo?

• Tanto en emails de gestión como de venta: que la estructura sea tu aliado. Reparte tu texto en párrafos, separados por punto y aparte, que sea visual y fácil leerlo y no de pereza.
• Saluda y despídete siempre en los emails de gestión, recuerda: ¡un email es una conversación!
• Sé breve. En la duda: menos, es más.
• Evita la verborrea: Todas esas palabras huecas y manidas que no tienen significado: servicio profesional y multidisciplinar, por ejemplo, ni emociona ni llega.
• Evita los tecnicismos: ¿tu receptor o cliente lo va a entender? ¿O sólo quieres deslumbrarle?
• Cuida el tono: no escribimos para todos igual, se puede ser cercano sin renunciar a la corrección profesional.

TERCERA FASE: QUE HAGAN LO QUE LES PEDIMOS

Nunca llegaremos aquí sin haber salvado las otras dos fases. Y ahora entra en juego la empatía para la venta y la asertividad en las reclamaciones.

Pensemos en quién recibe el email. Tómate tu tiempo. Tiene que tener interés para él, si es un email de venta: reflexiona sobre los beneficios que ofreces en tu texto. ¿Te has planteado que el cliente no compra un modelo de alarma para su casa, sino la tranquilidad y seguridad en su hogar? Formula tu propuesta desde los objetivos emocionales.

Si es un email de gestión y pides o reclamas, cuidado con el tono, por escrito no podemos exigir acciones, el resultado es un tono agresivo. Y la agresividad por escrito es tan potente como nociva, podemos dañar relaciones profesionales por un email mal escrito.

Y, sobre todo, sé concreto en la acción a realizar por tu receptor, deja muy claro lo que quieres que hagan por ti. Enviar algo, pinchar en un enlace, recibir contestación…

Y ahora, ¿por dónde quieres empezar?

Si has llegado hasta aquí, gracias por leerme, espero que este puñado de recomendaciones te sean útiles.

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LinkedIn: Cristina Castejón Urquijo

Instagram: @cdecontar