Parece que hoy en día las segundas oportunidades no existen. En España somos poco flexibles; cuando uno tiene una determinada trayectoria profesional, cuesta conseguir tomar otro camino profesional. Hay quién ha podido estudiar un grado universitario y/o de formación profesional, y comenzar a trabajar en esa rama para experimentar. Pasado un tiempo, puede darse cuenta de que no quiere trabajar en ese campo toda la vida. Está ya encasillado y nuestra sociedad no ayuda a que cualquier persona pueda empezar otra carrera diferente.
En los países anglosajones es más fácil salirse de la carrera especializada que uno haya tomado en un momento determinado. El mercado laboral es más flexible y es más fácil cambiar. Esto tiene que ver con la apertura hacia el cambio.
Lo que quiero dejar claro en este post es que nunca es tarde para remontar, cambiar o conseguir algo diferente a tu posición actual. Otra cosa es que sea sencillo. En esta vida todo lo que merezca la pena, conllevará esfuerzo, sacrificio y trabajo duro.
Primero. Tus pensamientos marcarán tus posibilidades respecto a conseguir darle un giro a tu futuro profesional. Si el dialogo interno contigo mismo es negativo, derrotista y destructivo no llegarás muy lejos. Debes creer en tus posibilidades, teniendo siempre los pies en la tierra. Está claro que, además de pensamientos amables contigo mismo, tendrás que acometer acciones. Si tus palabras interiorizadas son malas, al final te las crees. Esto hace que proyectes esos pensamientos malos en todo lo que haces y dices. Muchas veces, nuestros peores enemigos somos nosotros mismos. Nada de preocuparse por cosas que no han ocurrido y que es posible que nunca ocurran.
Segundo. La vida es un cambio constante aunque nosotros nos pensemos que todo permanece estático. Que nosotros no cambiemos no significa que el mundo no mute. Permanecer en nuestra zona segura y cómoda hace que perdamos competitividad. Hacer siempre lo mismo puede darte seguridad, aunque hace que estés menos predispuesto al cambio. Aunque estés contento con tu desarrollo, debes de intentar otras formas de hacer las cosas. Los cambios, quieras o no, llegarán a tu vida antes o después. Es imposible tener todo controlado, por lo que ya va siendo hora de “cambiar el chip”.
Tercero. Querer es poder. Si algo no te gusta, quéjate menos y ponte manos a la obra para cambiarlo. La queja no soluciona nada. Si no estás contento con tu carrera profesional y necesitas un cambio. Empieza ya a buscar opciones para estar preparado. Imagínate que eres ingeniero y ahora quieres trabajar de coach. Será necesario formarte y especializarte. También tendrás que ver cómo te puede ayudar tu experiencia profesional anterior en otra profesión. Es bueno que seas flexible y que estés abierto a comenzar de cero. Necesitarás adquirir experiencia en esa nueva profesión a la que te quieres dedicar.
Cuarto. Hoy en día es vital que sigas formándote a lo largo de tu carrera profesional, con independencia de que tengas mucha o poca experiencia. Debes analizar qué materias, tendencias o competencias pueden ser imprescindibles para tu profesión actual o futura. Es bueno aprender cosas que os gusten. Por ello, será necesario ser capaz de detectar qué conocimientos ya no te aportan nada y qué otras materias son necesarias que aprendas. Los conocimientos cada vez caducan con más premura. En la actualidad tenemos a dos clics el poder aprender de forma informal muchas cosas.
Quinto. Debes de insistir y persistir. Nadie dijo que un cambio de profesión, sector o actividad fuese fácil. Es normal que los cambios de profesión no sean pan comido. Recibirás negativas y te tocará hacer sacrificios. No todo el mundo entenderá ese cambio de tercio. Te tocará demostrar de lo que eres capaz en ese nuevo rol profesional. Tendrás que demostrar de lo que eres capaz y dejar claro en qué puedes ayudar a las empresas o personas a las que te diriges.
Sexto. Es bueno que estés abierto a la reinvención profesional constante. Reinventarse es bueno y saludable. Vivimos en un mercado laboral cada vez más cambiante e incierto. Están surgiendo nuevas profesiones fruto de la robótica, automatización de procesos, el big data, el 3 d y la inteligencia artificial. Cada vez los conocimientos de programación son más requeridos para todo tipo de profesiones. Me he tenido que reinventar profesionalmente varias veces a lo largo de mi vida. Estoy seguro que me tocará hacerlo unas cuantas veces más. Cada vez más, todas las experiencias profesionales tienen una fecha de caducidad. Las relaciones laborales para toda la vida ya han pasado a la historia.
Séptimo. Piensa por ti mismo y sigue el camino que te apetezca tomar. A veces vivimos la vida que otros quieren. Si no persigues tus sueños, estarás luchando por los de otras personas. No olvides que solamente vivimos una vida y que ésta pasa muy rápido. Es bueno que pidas consejo aunque, al final, debes tener criterio objetivo para tomar tus propias decisiones.
Octavo. No esperes que otros te brinden esas segundas oportunidades. Tendrás que ser el protagonista de esos cambios profesionales. No esperes a la ola perfecta. Empieza ya y para cuando te quieras dar cuenta estarás más cerca de ese giro profesional. Pasar a la acción supone equivocarse. Es mejor intentarlo que dejar que pases el tiempo sin vivir al máximo.
Si solamente te quejas y no haces nada, está claro que ese cambio profesional será imposible. Aunque también os digo que si no lleváis idea de cambiar nada, es que realmente no queréis ese cambio de rumbo. Si necesitáis algo, al final se encuentra la forma de abordarlo o acometerlo. En esta vida nos toca luchar por segundas y terceras oportunidades. Es lícito buscar la mejora constante.
Debéis desterrar de vuestro vocabulario frases del tipo “es lo que hay” “las cosas son así” “es tarde para mí”. Esas frases están en tu mente y no son la realidad. Busca argumentos diferentes que te fuercen a intentarlo.