Alfonso Ribarrocha es gerente de Action Park, compañía líder en el sector del ocio acuático a nivel internacional, y que actualmente está inmersa en el proceso de certificación del Balance del Bien Común.
ZAC: En tu biografía de Twitter podemos leer: “luchando por la Economía del Bien Común. Aplicándolo a la empresa.”…
¿Nos puedes explicar (con tus propias palabras) en qué consiste la Economía del Bien Común?, ¿En qué puede beneficiar a una empresa asumir esta corriente económica?
AR (Alfonso Ribarrocha): Podríamos decir que el objetivo del Modelo de la Economía del Bien Común es el de “humanizar” la economía, y en concreto la empresa, devolverle los valores esenciales de relación entre las personas. En este sentido, hay dos cambios fundamentales. En primer lugar, entender que la meta de las empresas, el fin último, no es la obtención de beneficio sino el satisfacer unas necesidades en las personas: clientes, empleados, proveedores, sociedad en general. En este sentido, el dinero es una herramienta, un medio, una condición necesaria, pero no suficiente para conseguir la felicidad en las personas. En segundo lugar, para poder conseguir esto, se fomenta más la cooperación que la competencia. Evidentemente este cambio de enfoque proporciona múltiples beneficios a medio y largo plazo en las empresas. Se habla mucho últimamente de que las empresas necesitan trabajadores motivados, implicados, comprometidos; parece que deba ser algo que tengan que hacer ELLOS, y no pensamos que antes las empresas tienen muchas cosas que cambiar. Como empresa, no puedes esperar implicación si no muestras confianza, no puedes esperar compromiso si no tienes voluntad de compartir. Al final la “empresa” parece que sea un “ente ajeno”, y no es así. La empresa ES las personas que trabajan en ella.
ZAC: El Balance del Bien Común presenta unos estándares que colocan a los seres vivos en el centro del sistema económico. ¿Qué aspectos se miden con este balance?
AR: Efectivamente, como he dicho antes, las personas se ponen en el centro de este modelo económico. El corazón de la EBC es el Balance del Bien Común. Es una matriz compuesta por 17 indicadores que miden determinados aspectos de la empresa. Esta matriz tiene en columnas los 5 valores básicos: Dignidad Humana, Solidaridad, Sostenibilidad Ecológica, Justicia Social y Participación Democrática y Transparencia. Y en las filas tenemos los “stakeholders” o Grupos de interés, los grupos de personas que se relacionan con la empresa a distintos niveles: Proveedores, Financiadores, Empleados/Propietarios, Clientes y el Ámbito Social. Las intersecciones filas/columnas de esta matriz definen unos indicadores que miden cómo se comporta la empresa, qué hace la empresa por mejorar un determinado VALOR en un determinado GRUPO DE INTERÉS. Lo más importante no es la puntuación obtenida (máximo de 1000 puntos) sino que la empresa, tras realizar anualmente su BBC, se plantee un Plan de Mejora para ir mejorando con el tiempo. Este Balance es Complementario al ya conocido económico-financiero. No pretende sustituirlo, pero AMBOS dan una imagen más completa de la personalidad de la empresa.
ZAC: ¿Existe un modelo de Balance único oficial que haya sido reconocido?
AR: Desde que se desarrolló el modelo en el año 2010 en Austria, se han desarrollado ya varias versiones del Balance. Ahora estamos en la versión 4.1 y se va mejorando con el tiempo. A medida que haya más empresas y consultores trabajando con el BBC en los distintos países, se va realimentando el sistema para mejorarlo. Este Balance es aplicable a todo tipo de empresas (grandes, pequeñas, autónomos) y de cualquier sector. En estos momentos se está trabajando también en una nueva versión del BBC aplicable a Municipios y en otro Individual, para que cada persona nos autoanalicemos también utilizando los criterios explicados anteriormente.
ZAC: Hemos leído que estáis realizando el Balance mediante un proceso “peer to peer”, en el que participan varias empresas de diferentes sectores para aportar su experiencia. ¿Hay muchas empresas en España interesadas en esta certificación, y qué tipo de empresas son?
AR: El Concepto del Bien Común no es nada nuevo, desde luego, lo que sí es nuevo es la metodología que se desarrolló desde el año 2010 por el profesor Christian Felber y su equipo en Austria. Desde entonces el movimiento se ha ido desarrollando por otros países: Alemania, Italia, Suiza, España (donde hemos constituido recientemente una Asociación Federal Estatal para el Fomento de la Economía del Bien Común) y ahora se está empezando a desarrollar también con mucha fuerza en Sudamérica. En España somos ya varios centenares de empresas las que estamos trabajando en el desarrollo de nuestro BBC, algunas ya han obtenido la certificación de su Balance (de momento los auditores están en Austria, pero pronto tendremos también en nuestro país) y otras estamos en proceso. Pero cada vez hay más que están iniciando el camino. Somos empresas de todo tipo, de diversos sectores y tamaños. Existe una necesidad de cambio de nuestro modelo económico. Esto es una realidad y se nota cada día en las calles. Opino que el cambio de paradigma es una realidad y hay que cambiar el modelo.
ZAC: Un proceso lógico es que los estados apuesten por la creación de empresas responsables que no busquen únicamente la creación de un beneficio económico, sino que a partir de éste busquen también revertir un beneficio en la sociedad. ¿En España se apuesta por la Economía del bien común?
AR: Esto también es un proceso de abajo a arriba. Más que los estados somos las personas las que hemos de demandar productos y servicios socialmente responsables. Los consumidores tenemos un poder del que no somos conscientes. Si cada día elegimos los productos y servicios que compramos y en ese proceso de decisión utilizamos nuevos criterios (sostenibilidad, dignidad humana, solidaridad, etc…), se desarrollarán empresas que cada vez más vayan por ese camino. Evidentemente hemos de pedir a nuestros líderes políticos que fomenten este tipo de empresas que aporten más al BIEN COMÚN, pero esto irá apareciendo también a medida que los propios consumidores vayamos siendo cada vez más responsables en nuestras elecciones. En España no se apuesta desde las instituciones por el desarrollo de este nuevo modelo económico. Pero esta situación cambiará. No hay alternativa, porque los ciudadanos están sufriendo mucho. Esta situación no se puede mantener en el tiempo. Es injusta, insostenible y antidemocrática.
ZAC: En el modelo económico imperante, el éxito económico se mide por indicadores monetarios y la responsabilidad social corporativa queda en muchos casos relegada a objetivos publicitarios; ¿cómo cambiamos esto para garantizar un futuro más humano y menos economicista?
Efectivamente la RSC, por desgracia, se ha convertido en algo que queda muy bien en los catálogos corporativos y en las webs, pero es “sólo” una declaración de intenciones que muchas empresas realizan para lavar sus conciencias. El Modelo Económico del Bien Común va más allá, puesto que aporta un método medible y cuantificable para calificar a una empresa en cuanto a su aportación al Bien Común. Esta es la gran diferencia y el camino por el que debemos ir. Es un modelo vivo, no es el último peldaño de la escalera, pero sí es cierto que supone un punto de inflexión y un nuevo rumbo en lo que deben ser las relaciones económicas. Cuantas más personas estemos desde abajo trabajando y fomentando este nuevo cambio de modelo, más fácil será. La clave está en pasar de la queja a la acción. No podemos esperar a que las cosas cambien “desde arriba”, sino que hemos de tomar las riendas de nuestro mundo. Basta con que cada uno nos centremos en nuestro “mini mundo cercano”: familias, amigos, trabajo, vecindario. Cada uno de nosotros tenemos MUCHO que hacer en nuestro entorno para cambiar las cosas, muchas veces con un esfuerzo mínimo, sólo siendo CONSCIENTES. Como dice el proverbio africano: “gente pequeña, en un lugar pequeño, haciendo cosas pequeñas….puede cambiar el mundo”.