He vuelto con ganas de estas vacaciones y en este primer post del 2018 he decidido abordar qué puede preguntar el candidato en una entrevista de trabajo.
Hablando sobre el tema, siempre me quedo con la sensación que todos, cuando hemos sido candidatos, nos frenamos o contenemos a la hora de preguntar cosas de la empresa en las entrevistas de trabajo. Se da por hecho que solo la empresa tiene derecho a preguntar cosas y que el candidato debe asumir ese papel sumiso. No olvidemos que vosotros queréis el trabajo y la empresa necesita un profesional con vuestro perfil. Es decir, que vosotros también tenéis voz durante el proceso de selección. No olvidemos que os tiene que convencer la empresa y debéis resolver las dudas que tenéis sobre ella.
Como siempre digo, para que algo salga bien, será primordial prepararse. Por ello, antes de la entrevista debéis recopilar toda la información posible sobre esa empresa. Tenéis que utilizar tantas fuentes de información como podáis. En primero lugar, habrá que visitar la web corporativa para conocer bien qué hace y qué suele buscar. También habrá que rastrear en internet noticias sobre ella. Las redes profesionales pueden ayudar a buscar personas que han trabajado o trabajan en ella, identificar si tenéis contactos en común y les podéis consultar. Luego si es una entrevista que os surgido de una oferta de empleo vacante debéis estudiaros bien la descripción del puesto de trabajo y centraros en contar de vuestro perfil lo más relevante ceñido a eso.
Si la entrevista es fruto de una autocandidatura, si lleváis una planificación guardareis copia de la carta de presentación enviada donde explicabais por qué os interesaba esa empresa, para qué puesto os ofrecíais y cuál era vuestro valor añadido. Si no hacéis esto, seguramente no tengáis idea de qué empresa es ni de lo que hace.
Con toda la información conseguida en esa fase inicial de recogida de información debéis de escribir un borrador de preguntas qué os surgen por dudas que tenéis de la organización, del puesto, de las funciones, de las políticas de la empresa y de otras cuestiones. Esto ayuda a identificar cuestiones que no habéis podido saber con la información recogida. A veces, algunos candidatos preguntan cosas obvias que están en la web corporativa y pierden una buena oportunidad de obtener información.
Con ese primer borrador debéis dar forma a las preguntas y formularlas de todas las formas diferentes posibles. Las cosas se pueden preguntar de muchas formas y debéis identificar la más adecuada. Esto os lo da el contexto en el que os encontráis. No es una conversación informal con amigos. Se puede preguntar todo, aunque lo que marca la diferencia es el cómo se pregunta. No es lo mismo preguntar ¿Cuánto voy a cobrar? Que indicar qué te gustaría saber en qué rango salarial se mueve el paquete retributivo de la posición a la que optas. Igualmente, debéis seleccionar muy bien el momento en el que preguntáis cada cosa. Es importante hacerlo en la fase correcta. No olvidéis que las condiciones salariales, horario, tipo de jornada, vacaciones y demás cuestiones de esta índole os las van indicar si sois el candidato que más les encaja para esa posición a la hora de haceros una oferta. Otra cosa es que os venga bien poderla tener antes y poder desarrollar vuestra estrategia.
Si la empresa en cualquier entrevista os pregunta si tenéis alguna duda, no deberíais dejar de aprovechar esta oportunidad, tomadles la palabra y hacedlo. Si no lo hacen, siempre se puede solicitar amablemente, explicando que tenéis algunas dudas sobre la empresa y el puesto que os gustaría poder aclarar para tener la información completa.
Personalmente, en mis experiencias laborales trabajando como seleccionador, solía echar de menos que más candidatos me preguntasen cosas interesantes sobre la empresa, las funciones, su equipo de trabajo y demás cuestiones. Notaba que las personas se cortan mucho, algo que es comprensible, pero debemos perder el miedo a preguntar. La mayoría de candidatos se centran en las condiciones salariales, en las jornadas laborales, en el horario y en las vacaciones que tendrán. Por supuesto, esto es importante, aunque no es lo único. Soy de la opinión que siempre es preferible solicitar a qué convenio colectivo se rige la empresa y ahí se suelen responder todas esas cuestiones.
Cuando vayáis a la empresa, deberíais estar atento a aquello que ver y empezar a recopilar vuestras sensaciones sobre el ambiente de trabajo y la motivación de las personas que trabajan allí.
Sugiero que preguntéis sobre estos temas: opciones de desarrollo profesional (qué os concreten cosas específicas y no políticas genéricas que no dicen nada), indagar sobre nivel de rotación, preguntar si es un puesto de nueva creación al qué optáis, el tipo de responsable que os dirigirá, cuántas personas trabajan en vuestro departamento, cómo se organiza el trabajo, nuevas vías de negocio, crecimiento del negocio y demás cuestiones. No suelen ser preguntas excesivamente complicadas para que os puedan explicar esos detalles. Si no lo intentáis, nunca lo sabréis.
Pero no todas las respuestas van a ser verbales. A veces los silencios del entrevistador ante determinadas preguntas también dicen mucho. Igualmente, cuando os contestan de forma genérica a preguntas específicas, es evidente que el entrevistar está evitando responder a esa pregunta. Por algo será. A veces si esa persona que os entrevista no sabe responderos puede consultar vuestras dudas y resolverlas más adelante. No olvidéis que si a la empresa no le quedan cosas claras sobre vuestro perfil no dudará en insistir y preguntaros nuevamente. Vosotros debéis hacer lo mismo con la empresa y el puesto. Muchas veces, algunos candidatos se llevan decepciones con la empresa una vez incorporados, por no preguntar determinadas cosas.
Coincido con vosotros en que uno no sabe con realidad cómo es una empresa hasta que no está incorporado a la misma. Aunque determinadas cosas se pueden intuir con la información que se ofrece. También os digo que no existe ni la empresa perfecta ni el candidato perfecto. Lo único es que os debe pesar los pros a los contras de la organización. Obviamente, rechazar una oferta de empleo se puede hacer, aunque dependerá de cuál sea vuestra situación laboral y personal. Yo conozco personas que aceptado trabajar en una empresa, sabiendo que no era ni el puesto ni la empresa de sus vidas. Es bueno no engañarnos a nosotros mismos. También es cierto que la situación de una empresa puede evolucionar y que eso cambie. Los pensamientos inflexibles no ayudan.
Entiendo que este planteamiento pueda generaros dudas o miedos, pero… ¿qué perdéis por preguntar cosas interesantes sobre el puesto y la empresa? ¿Acaso os han indicado que no podéis preguntar nada sobre la empresa o la posición? Muchas veces las limitaciones no las formamos nosotros en nuestras cabezas.
Estoy seguro que muchas personas se han arrepentido de no preguntar más cosas sobre la empresa y la posición. Igualmente, si llegáis al final de un proceso de selección y no sois elegidos, no dudéis en preguntar qué aspectos debéis mejorar para que en la próxima ocasión seáis el candidato seleccionado. Las empresas no dan este feedback porque tampoco se suele pedir.
Me gustaría intentar abrir un debate sobre este tema y lo comienzo con esta pregunta ¿Por qué motivo no preguntáis nada en las entrevistas a las que acudís?
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